Novak Djokovic se consagró campeón de Wimbledon tras un épico partido contra Roger Federer que quedará en la historia del tenis como la primera final masculina del campeonato en decidirse en un tie-break.
Fueron casi 5 horas de tensión y dramatismo en un parejísimo juego de ida y vuelta: 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y un 12-12 en el quinto set que, tras el cansancio físico y mental, más el stress emocional, terminaría en tie-break a favor del serbio.
El suizo desplegó su creatividad como nunca, tuvo a la gran mayoría del público alentándolo (mientras Nole debió aguantar silbidos) y estuvo dos veces a un punto de ganar el campeonato. Así es, Djokovic levantó dos match points. Y si bien las estadísticas arrojaron que Federer ganó en total 14 puntos más, el número 1 del mundo y campeón defensor pudo superarlo en los tres tie-breaks del partido.
De esta manera, a los 32 años, Djokovic levantó su quinta copa en el All England Club y su decimosexto trofeo en un Grand Slam, que celebró arrancando y comiendo un poco de pasto del central court londinense.
“Todos lo sufrimos. Si esta no fue la final más emocionante que haya disputado, definitivamente está en el top 2 o 3 de mi carrera, contra uno de los mejores jugadores de todos los tiempos -Roger-, a quien respeto un montón. Lamentablemente, en este tipo de partidos uno de los jugadores tiene que perder y, como dijo Roger, los dos tuvimos nuestras chances. Es increíble haberme recuperado de dos match points”, expresó el campeón.
Foto apertura: Wimbledon. AELTC/Karwai Tang
